dispense pero es que
para sonsacarme una verdad, una confidencia,
me miento de cuando en cuando
a propósito y con propósito,
pongo con premeditación, alevosía y ventaja
en su lugar al corazón, al órgano sexual
dispense mi «¡diantre!», mi «¡coño!»,
mi «¡caramba!»,
si de cuando en cuando me tiene sin cuidado
su presencia, su impertinencia o la mía
dispense, incluso, el hecho de que yo piense
que sea lícito quedar bien de cuando en cuando,
que sea lícito disculparme con usted
dispense lo que ahora voy a echar de menos,
lo que ahora voy a reprocharme
c. a. campos, 2010