Thursday, May 19, 2011

credenciales



hablo de una persona educada, adecuada,
de un tipo que se lleva bien con la duda,
con el futuro que se lee en las cartas, las palmas,
en los ojos de los que tienen miedo,
los que han vivido o presenciado cosas

de un fulano de tal que degusta de otra vida,
otra lengua,
de otro bagaje cultural, surreal

por supuesto que no estoy hablando
del mismo pelotudo, pariguayo de siempre—
a tal tema o tal pena ya le saqué el jugo,
le chupé la sangre como si fuese
no un vampiro sino más bien un mosquito

hablo de él con confianza pero, OJO,
a sus espaldas,
pues el tipo no es para tanto
e, incluso, no hay por qué complicarse,
ya a bastante gente le importo un comino,
a bastante gente le tengo mala leche

hablo de él o me invento que estoy hablando
de él o de su currículum vitae,
y me da lo mismo, 
es asunto mío si me hablo a solas,
si no sé distraerme,
si digo una cosa y hago lo opuesto,
si pienso aquello y siento otra cosa,
si miento para hacer quedar mal
a la verdad,
hacer quedar bien a cierta etiología

hablo de susodicha personalidad
a la hora del mano a mano
de la introspección y la extroversión,
a la hora mudable del café
porque estoy cansado de estar a la moda,
de menospreciarme, subestimarme,
porque harto tiempo hace que se ve mal
hablar bien de la alegría,
hablar a favor de sí mismo

hablo, a falta de algo mejor, de tal tío
bajo los efectos terapéuticos del insomnio,
de la luz que me interroga,
que me esposa las manos y los ojos me tapa
mas no la boca
o más bien el albergue clandestino de las moscas,
bajo los efectos somnolientos u oníricos
o psicodélicos del reloj,
del antes y del después

y por supuesto que nadie me escucha,
que en definitiva
estoy hablando de poesía, dermatología,
de mi remedio casero
de acuerdo a una alarma interior, anterior,
de acuerdo a las indicaciones de cierto secreto
profesional

hablo de… ¿de qué hablaba? ¿de quién?
ya perdí el hilo, el que conseguí en el mercado negro
gracias a ariadna,  
el que tenía en la punta de la lengua para hacer volar
a una chichigua:
ojalá que en un descuido no me lo haya tragado,
no me lo haya escupido en la cara

válgame dios:
al que lo encuentre que no me lo devuelva,
no ofrezco recompensa,
que se descontamine lo antes posible con un baño
y mucho jabón  

hablo de un primo que reside en el extranjero
y no vacila, no me estima,
cual no aprecia mi falta de entereza,
ni este olor a cerveza, a falta de respuestas

hablo de una pieza de repuesto,
de un supuesto candidato



c. a. campos, 2011

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