Wednesday, July 11, 2012

obligaciones


a las 8.35 de la mañana, josé se levantó de su silla y se marchó de la oficina sin decir una palabra, dejando a un lado el móvil, el trabajo, la mujer y los hijos sin más ni más.

se metió en un taxis y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba abordando un avión. lo de menos era su preferencia, a esa altura, era su destinación. lo apremiante era alejarse antes de que empezara a arrepentirse, antes de que no fuese demasiado tarde.

con él, la ropa que llevaba puesta, un poco de dinero, un libro que no quería dejarse leer, sus preocupaciones.

c. a. campos, 2012

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