afuera, al sol se le va la mano
y el verde y el ánimo
o la moral sufren las consecuencias,
y todos buscamos la sombra,
el agua o la brisa que a lo mejor
supo mudarse a tiempo
se le va la mano y la lluvia no interviene,
se hace la desentendida,
la que no le conoce,
haciéndolo quedar mal nuevamente,
y todo parece o todos parecemos
como si no estuviésemos
en condiciones de actuar,
de movernos
yo abro la ventana y la puerta
y espero a que las preguntas
salgan a buscar sus respuestas,
a que el orden natural de las cosas
se altere o me altere
pues adentro, es harina de otro costal,
reina otro tipo de gramática,
otra forma de hacer quedar mal
al corazón ante la expectativa,
a la teoría ante la práctica
o al futuro ante las pruebas
o el pretérito
reina otro tipo de desmentir
a la alegría, a la mentira
y unos suman, otros restan,
o cierto tipo de contabilidad
nos chupa la sangre,
nos carcome la madera
mientras yo lavo una que otra palabra
y la pongo a secar al sol,
uno que otro vocablo que se arriesga,
que se ha puesto de mi parte
mientras se busca la manera
de cómo contentarse,
de cómo superar un estado de ánimo
y dejar de hacerle la vida
de cuadritos al otro
afuera, al sol le sentaría bien
arrimarse a un árbol que dé más sombra,
le sentarían bien unas ray-ban,
unos lentes de sol
c. a. campos, 2010
This comment has been removed by the author.
ReplyDeleteUna de las cosas que mas me gusta es ver la lluvia caer. Escuhar la lluvia caer es como escuchar poesia al oido. Es dejar que la lluvia limpie las cosas y esperar que lluevan nuevas.
ReplyDelete