llueve cuando la luna y el sol
no se ponen de acuerdo,
cuando el mar quiere intimidar
a la tierra, al reino animal
llueve mucho y el asfalto ni fu ni fa,
a prueba de agua ni le va ni le viene:
lo opuesto del paraguas,
de los zapatos que no pueden
con los pies, con la estatura
llueve y los árboles, diplomáticos de por sí,
no se cubren, regatean con el viento,
con el dióxido de carbono
y el último escape de gas
llueve a cántaros y el papel
se va echando a perder,
el rímel de los espejuelos, de la caligrafía,
del graffiti que parece
que ha vuelto a estar de moda
llueve y el planeta,
con su traje de baño y su atmósfera,
no ve la hora en que pueda
ponerse a secar, a tomar el sol
llueve mucho, muchas naranjas
a la vez se están exprimiendo
no se ponen de acuerdo,
cuando el mar quiere intimidar
a la tierra, al reino animal
llueve mucho y el asfalto ni fu ni fa,
a prueba de agua ni le va ni le viene:
lo opuesto del paraguas,
de los zapatos que no pueden
con los pies, con la estatura
llueve y los árboles, diplomáticos de por sí,
no se cubren, regatean con el viento,
con el dióxido de carbono
y el último escape de gas
llueve a cántaros y el papel
se va echando a perder,
el rímel de los espejuelos, de la caligrafía,
del graffiti que parece
que ha vuelto a estar de moda
llueve y el planeta,
con su traje de baño y su atmósfera,
no ve la hora en que pueda
ponerse a secar, a tomar el sol
llueve mucho, muchas naranjas
a la vez se están exprimiendo
c. a. campos, 2010
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